Ahora que estamos o volviendo o a punto de volver de vacaciones es un buen momento para plantearnos cómo podemos hacer para mantener la relajación conseguida el resto del año. Vivimos en una sociedad obsesionada con ser productivos, con hacer cosas, con aprovechar el tiempo. Es algo que se fomenta y que se valora en muchas empresas como una cualidad esencial e incluso se habla de que nuestro país, España, debería ser “más productivo” . Y en el caso de los emprendedores se presume de que pasan o han pasado temporadas de 24/7, como un rasgo notorio y loable que los caracteriza. Queda claro pues que se habla mucho de productividad pero la mayoría de las veces no se habla lo suficiente del descanso necesario para poder ser productivos. Porque una persona absolutamente agotada no podrá ser productiva en modo alguno, cometerá errores y en según que trabajos, puede incluso suponer un riesgo. De ahí los horarios controlados de camioneros o pilotos, por citar sólo dos ejemplos. Y la excesiva presión puede llevarnos al estrés. Y es que el descanso y el ocio son tan importantes como el trabajo o tiempo productivo. Y posiblemente, son mucho mejores. Ya lo decía Sócrates: Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones.
Pero no podemos negar que tenemos que trabajar y por tanto hay que aprender a equilibrar el tiempo entre trabajo y descanso. Para reflexionar sobre esto voy a basarme en la revisión de la literatura científica sobre el tema de la Importancia de recuperarse del trabajo realizada por V.Colombo y E. Cifre de la Universidad de Castellón. Porque hemos de tener en cuenta de que el trabajo produce un desgaste y en según que ocasiones puede llegar incluso al estrés. Por lo que es necesario e imprescindible tener períodos de recuperación de ese esfuerzo. Y esa recuperación debe darse tanto dentro como fuera del ámbito laboral. Veamos todos los escenarios y modos de recuperación que se han estudiado:
1. En el lugar de trabajo. Una parte de esa recuperación se ha de dar en el lugar de trabajo, teniendo períodos de descanso durante la jornada laboral. Nadie puede rendir 8 horas seguidas a menos que sea Superman. Diversos estudios han demostrado además que los descansos en la jornada laboral, aumentan la productividad.
2. Fuera del trabajo. Es en dónde se producen la mayor parte de los descansos así que listaremos las diferentes opciones a continuación:.
- Lo primero es diferenciar el tiempo libre del tiempo de ocio. Parte del tiempo de fuera del trabajo se dedica a dormir, comer, higiene . Eso no es tiempo de ocio. El tiempo que queda después de trabajar y realizar todo el resto de actividades citadas, es el que consideraremos tiempo de ocio.
- Las actividades domésticas o de cuidado de niños se ha encontrado que tienen una recuperación diferente a la del trabajo, más ligera, si bien no pueden considerarse estrictamente tiempo de ocio.
- Si bien las vacaciones son uno de los grandes momentos de desconexión de la mayoría de las personas, no podemos dejar la recuperación sólo para el momento vacacional ya que es necesario recuperarse cada día. Aprovechemos las vacaciones para efectuar la gran desconexión , pero no nos olvidemos de desconectar un poco cada día. Todos.
- Las actividades pasivas, como ver la TV, relajarse en el sofá, etc… ayudan a recuperarse fisiológicamente de la jornada. Son por tanto una buena manera de descansar.
- Las actividades sociales, en las que compartimos tiempo con otras personas, ayudan en dos sentidos: ofrecen apoyo social y no demandan el mismo esfuerzo emocional que el horario laboral.
- Las actividades físicas, en la mayoría de casos, requieren de un esfuerzo pero distinto al realizado en el trabajo. Se ha visto que mejoran la salud física y psíquica.
- También se han mostrado como buenas para la recuperación física y mental actividades que requieren de un esfuerzo mental pero diferente del utilizado en el trabajo: jugar a videojuegos o actividades de aprendizaje (cursos, idiomas, etc).
- Y obviamente, cualquier actividad que induzca a la persona a sentirse relajada, sea por medio de técnicas de relajación y meditación, yoga, etc o por ser una actividad, como puede ser dar un paseo, que a la persona le relaje.
Como podéis ver, los métodos para recuperarse y desconectar del quehacer diario son numerosos, variados y con una buena efectividad la mayoría de ellos. Mi consejo sería utilizar varios, obviamente no es necesario que sean en el mismo día. Pero lo verdaderamente importante es darle a desconectar de lo laboral la importancia que se merece. En nuestro mundo hiperconectado, es fácil llevarse trabajo a casa, en el móvil o con Internet y alargar terriblemente la jornada laboral. Y eso acaba siendo estresante. Claro que si trabajas en algo que te apasiona, no tendrás tanta necesidad de desconectar como si tienes un trabajo menos agradecido, pero el cansancio físico y la saturación mental se producen en todos los casos. Por eso te recuerdo la frase de Sócrates que puse al principio: Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones. Desconecta. Disfruta. Vive.
¿Sabes realmente equilibrar trabajo y ocio?