Cuando necesitamos adquirir un nuevo aprendizaje, es conveniente tener en cuenta las diferentes fases del aprendizaje para que este sea lo más rápido y eficaz posible. Hemos de pensar que nuestro cerebro desarrolla un método de aprender lo nuevo, que pasa desde el estado inicial de no saberlo hasta el momento de tenerlo integrado de una manera inconsciente. Es lo mismo que nos sucedió en diferentes momentos de nuestra vida, como cuando aprendimos un nuevo idioma, o a ir en bicicleta o a conducir un coche.
Saber estas fases del aprendizaje nos ayuda a comprender en qué momento estamos. Si es una enseñanza que damos a otros entender estas fases nos ayuda a realizar un mejor acompañamiento que no fuerce a la persona en un momento en que aún no está preparada para ello. Se trata de respetar esas fases naturales de aprendizaje y de esta manera permitir un mejor aprovechamiento y un rendimiento final superior.
Las cuatro fases de un aprendizaje nuevo son:
- Incompetencia inconsciente.
No sabes que no sabes. En esta fase la persona ni tan siquiera es consciente de que no sabe (o lo sabe pero no es algo que de momento se haya planteado aprender), el desempeño por tanto es muy bajo y no hay comprensión del problema. En esta situación pueden ser útiles aquellas preguntas que conduzcan a la persona a ser consciente de que “eso” en concreto no lo sabe.
- Incompetencia consciente.
Sabes que no sabes. En este caso la persona ya se ha hecho consciente de que necesita incorporar un nuevo aprendizaje. Se da un bajo rendimiento, pero la persona ya conoce sus áreas de mejora y aquello que necesita aprender. En esta fase se pueden realizar preguntas que ayuden a detectar esas áreas a mejorar y buscar los recursos necesarios para hacer la mejora.
- Competencia consciente
Sabes lo que sabes, pero has de estar atento para ponerlo en práctica. En esta fase la persona ya ha adquirido el conocimiento, pero no puede desempeñarlo sin poner atención a ello, no le surge de manera natural. Todavía quedan áreas de mejora en ese desempeño pero ya puede realizar lo aprendido. En esta fase es muy útil el feedback para reforzar los puntos positivos y preguntas que señalen las áreas en que aún se pueden hacer las mejoras.
- Competencia inconsciente
Sabemos sin pensarlo. En esta fase el desempeño es alto y se produce de manera natural, no tenemos que estar completamente conscientes de lo que estamos haciendo pues ya surge sin ni siquiera pensarlo. En esta fase el feedback vuelve a ser la mejor herramienta para alentar esos cambios y animar a mejorar aún un poco más.
Este proceso de aprendizaje se puede acelerar si es sabia y suavemente conducido. El maestro, entrenador, coach o “tutor” puede ayudar a la persona que está incorporando un nuevo aprendizaje a que fije su atención en pequeños detalles de ese aprendizaje de manera consciente. Algo breve y que no requiera esfuerzo. De ese modo ese aprendizaje inconsciente se acelera en ese acto de poner conciencia sólo en pequeños detalles, pues no se está forzando a hacerlo todo bien sino que se pone la atención relajadamente en algún aspecto. El proceso se completa cuando podemos desarrollar la nueva actividad en un estado de flujo, con placer y el mínimo esfuerzo. Pues la consecuencia de todo ello es que disfrutamos de una tarea y eso nos ayuda a ser más eficientes en ella.
¿Sabes cómo poner la atención en pequeños detalles para avanzar en un aprendizaje?
También me encuentras en:
- Twitter: @mertxe